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viernes, 30 de octubre de 2020

Más Archistories


En el artículo precedente, comenté que había encargado unos cuantos modelos de Archistories, para probar el sistema de construcción, basado en cartón cortado con laser. Después de la prueba efectuada en ese artículo con un modelo de taller de locomotoras, he abordado la construcción de los demás modelos, con el objetivo de adquirir la suficiente práctica para abordar la construcción de la rotonda, y también de comprobar la calidad final de estos modelos.

Lo primero que quiero decir es que el resultado final es excelente. Basta ver la imagen anterior para comprobar el extraordinario detalle que se obtiene con este sistema. Pero lo que también he podido comprobar, es que la elección del taller de locomotoras para comenzar, fué muy acertada, porque efectivamente el resto me está resultando mucho más delicado, y por lo tanto requiriendo un tiempo bastante largo. 

El puesto de enclavamiento que sirve de cabecera a este artículo, me llevó un par de sesiones de tres o cuatro horas, y en algún momento me encontré cerca del límite de mi capacidad como modelista. La escalera exterior por ejemplo, en la cual cada peldaño es una pieza distinta, es todo un reto. Este modelo tiene además detalles interiores, de modo que por las ventanas del piso superior se pueden ver las palancas que moverían las agujas.

Otro tema, es que, precisamente para que se vea el interior este modelo lleva iluminación, que naturalmente hay que dejar instalada antes de terminar el montaje.

El siguiente modelo que abordé fué esta estupenda torre de agua. El detalle sigue siendo impresionante. Esta vez fundamentalmente la dificultad estaba en la celosía de la estructura metálica, pero el resultado final es también espectacular.

Me temo que en estas fotografías no se llega a apreciar bien la perfección de estos modelos. Hay que pensar que se trata de modelos de escala Z, de modo que la altura total de esa torre, que reproduce lo que sería en la realidad un gran depósito de agua es menos de 10 cm, con lo cual las piezas más finas de la estructura de soporte tienen un espesor bastante menor que un milímetro.

Es curioso que tanto en este modelo como en el anterior, las partes que simulan ser de madera, son realmente de una finísima lámina de madera auténtica. En este, además, esta madera simula tener unas letras descoloridas, que deberían haber sido un anuncio o algo parecido.

Y de nuevo compruebo que, una vez montados, estos modelos son bastante resistentes, más de lo que cualquiera supondría para un elemento construido con cartón.

El siguiente modelo con que me enfrenté es una grúa para carbón Es un modelo también muy detallado, aunque quizá un poco menos perfecto que los anteriores. Me dio la impresión que quizá sea uno de los primeros desarrollos de la empresa.


Aquí, curiosamente la mayor dificultad está en la cabina de la grúa, que a mi modo de ver se ha hecho con demasiadas piezas para el tamaño que tiene, pero bueno, a base de pinzas y paciencia ha quedado bastante bien. Hecho de menos algún cubo o cuchara para cargar el carbón que debería poder cogarse en el gancho.

Asi que con estas "prácticas" me decidí por fin a abordar el montaje de la rotonda. La verdad es que una vez que le coges el tranquillo al sistema vas bastante rápido mientras no surjan puntos especialmente delicados como escaleras o celosías, que la rotonda no tiene. 

Anteriormente comenté que mi maqueta en construcción tenía el esquema de vias, previsto para la rotonda de Märklin que es de tres cocheras, mientras que la de Archistories es de cuatro. Pensé si sería posible montar la rotonda de Archistories  con solo tres vías, y al analizar el tema me di cuenta de que era perfectamente posible hacerla sólo con tres De hecho Archistories vende el módulo inicial para cuatro cocheras, y un segundo módulo para añadir una o dos cocheras más, por lo que puede construirse una rotonda con cualquier numero de cocheras.

Pero también me di cuenta, al presentar las piezas sobre el terreno, de que aunque construyera la rotonda con las cuatro cocheras, al final ocupaba incluso menos que la de Marklin. Esto es posible porque esta rotonda se sitúa bastante más próxima a borde del puente giratorio que la de Marklin, de manera que las puertas están más juntas y como las vías interiores son algo más cortas, se separan menos al final, con lo cual caben las cuatro en el espacio que la rotonda de Marklin necesita para tres.

Como ya comenté, tenía prevista una cuarta vía que si hubiese sido con la rotonda de Märklin hubiese ido por fuera, pero que ahora puedo usar como la cuarta vía de la rotonda. 

Así que con todo mi entusiasmo, me lancé a construir esta rotonda completa, hasta que tuve que parar por un detalle: Resulta que a diferencia de la rotonda de Märklin, esta tiene el techo fijo, no desmontable, de manera que una vez que se termina el montaje no se tiene acceso al interior. Entonces me di cuenta que si ponía ese techo, me iba a ser muy difícil poner las vías interiores, por lo que lo lógico es poner las vías antes, y luego terminar el techo.

Lo malo es que no puedo poner las cuatro vías en su base , y dejar el puente giratorio para más adelante, realmente para mucho más adelante, puesto que el tema del puente giratorio lo tenía pensado como una de las últimas operaciones de montaje. No se puede colocar el puente con las vías ya pegadas en su posición final: Hay que fijar primero el puente y luego ir colocando las vías una por una.

Así que me he visto forzado a colocar ya el puente, y dejarlo operativo y conectado a todas sus vías antes de poner la rotonda en su lugar, (o incluso esperar a más adelante para la rotonda, pero dejando ya las vías interiores milimétricamente posicionadas, para que la rotonda se pueda colocar sin problema en cualquier momento)

Con lo cual me he tenido que enfrentar con el problema del puente mucho antes de lo previsto. Y digo el problema del puente, porque éste tiene su historia. Proviene de mi segunda maqueta de escala Z  (ésta es la cuarta) En aquella (año 2007) el manejo de la rotonda se hacía con el mando que trae la propia rotonda, y que situé junto a los cuadros de mando que monté, o sea sin problema alguno. Sin embargo esta maqueta la desmonté y construí una nueva (la tercera) , cuya construcción se describe en los primeros años de este blog, Como esta maqueta tenía un sistema informático de control, la rotonda pasó a ser manejada como parte de ese sistema. Véase el artículo Rotondas digitales de Julio de 2010.

Así que ahora, lo primero que he tenido que hacer es darle un buen repaso a este veterano puente y ver si lo podía hacer funcionar. Y lo segundo es ver como resuelvo el sistema para manejarlo. Pero esto ya nos lleva muy lejos y será objeto de otro artículo 

lunes, 12 de octubre de 2020

Faller versus Archistories



Hace poco comentaba (Tomando forma) que había recolectado todas las estructuras ferroviarias recuperadas de mis antiguas maquetas, y las había situado sobre la planta de lo que deberá ser la estación principal de mi futura maqueta, con el fin de ver cómo podía distribuirlas sobre el nuevo esquema de vías. 

Aparte del tema que me llevo a considerar si mantenía o no la idea de usar la estación de Kibri  36703 como edificio principal de la estación, me surgió una nueva duda: El edificio de la rotonda, que ha pasado ya por varias maquetas, estaba muy deteriorado, así que requeriría un trabajo grande de bricolaje, y aún así es dudoso que quedase bien. Este edificio es el kit de Märklin de toda la vida, que se vendió durante muchos años con la referencia 8983. Efectivamente cuando Märklin sacó la escala Z se encontró con el problema de que no había complementos de decoración de esa escala, por lo que tuvo que sacar algunos edificios, y también atomóviles, y alguna cosa más para que se pudiera decorar mínimamente una maqueta. Luego algunas casas como Vollmer, Faller y Kibri sacaron al mercado algunos productos de esta escala, y Märklin fue descatalogando los más antiguos de estos elementos, aunque se mantuvo el edificio de rotonda hasta hace poco.  


En los últimos años han aparecido algunos nuevos edificios y otros complementos en el catálogo de Märklin con un nuevo estilo, aparentemente mucho más detallados y con la característica de ser kits de montaje creados con la tecnología del cartón cortado con laser. Concretamente apareció un nuevo edificio de rotonda con la referencia 89835, que vemos en la imagen de la izquierda. 

Con buen criterio, éste accesorio y otros cuantos más del mismo estilo no los fabrica directamente Märklin, sino que son desarrollos de la empresa Archistories. Esta empresa tiene su propio catálogo, y los productos que comercializa Märklin no están en él, pero si algunos parecidos, y cómo no, entre ellos tenemos una rotonda.

Parece evidente que Archistories se "ha querido lucir" en este modelo en comparación con el de Märklin, asi que, pensando en comprar una nueva rotonda para sustituir a la antigua de Märklin,  no me cabía duda de que la de Archistories  era la elección. Bueno, si, me cabían dos dudas: la primera referente a si el aspecto y la consistencia de los edificios de cartón serían comparables a los plástico de toda la vida, y la segunda, si resultaría más difícil el montaje que los conocidos edificios de plástico.

Sin embargo, no había más elección, porque aunque hace tiempo Wollmer tenía alguna rotonda para esta escala, después de su absorción por Viessmann han quedado solo unos restos de su antiguo catálogo de Z. 

Pero, bueno, esa rotonda de Archistories parece una elección adecuada, pero hay un problema: La antigua rotonda de Märklin era de tres vías, mientras que esta es de cuatro. Sin embargo el diseño de vías de mi estación estaba pensado para una rotonda de tres vías. En general, las rotondas, son modulares y se pueden ampliar a más vías. De hecho Archistories tiene en su catálogo un módulo de ampliación para añadir vías de una en una, hasta obtener el número deseado, pero ¿eso es a partir de cuatro? ¿o pueden montarse sólo tres módulos a partir del kit inicial para cuatro módulos?  Por otra parte, ¿se podría montar una vía más en mi maqueta y usar la rotonda de cuatro módulos? 

Hay una solución, para salir de dudas: Pedir ya una rotonda a Archistories, y eso hice hace algunas semanas. Lo que pasa es que pensé que si ponía esta rotonda, lo suyo era completar el grupo de estructuras de la estación, con otros edificios a juego con el nuevo estilo de la rotonda. De modo que mi pedido incluyó un taller de mantenimiento, una torre de agua, una grúa de carbón y una caseta de enclavamientos. 

Alguien podría decir: ¿y si no estabas seguro, porqué no pediste sólo la rotonda, y luego, si te iba bien, podías pedir el resto? Pues primero, por ahorrar tiempo y portes y sobre todo porque esa rotonda es, seguramente,  el edificio más complejo del catálogo actual de Archistories, y pensé que meterme de buenas a primeras con una nueva técnica de construcción, desconocida para mi, en un edificio complicado era arriesgado.

De modo que cuando recibí los paquetes, mejor dicho los sobres, porque aunque parezca increíble, todo el material para cada uno de esos edificios, que son una serie que piezas de cartón troqueladas, cabe en un sobre de tamaño carta, me dispuse a montar el edificio que me pareció, más accesible: el taller de mantenimiento.

Ayer me pasé toda la tarde montando este famoso taller. Desde luego es un trabajo bastante más preciso y delicado que montar un edificio de plástico. Puedo decir que tardé unas cuatro horas en acabarlo, cuando un kit de plástico de ese tamaño, seguramente no me hubiera llevado mucho más de una hora. En cuanto al resultado es mucho mejor de lo que me esperaba, y como una imagen vale más que mil palabras, aquí está el resultado: 


Esa fotografía es muy interesante, porque la luz viene de atrás, con lo que se aprecian perfectamente las texturas, y podemos apreciar por ejemplo que el tejado tiene una ligerísima textura que imita perfectamente la chapa ondulada. Esto solo se aprecia con esa dirección de la luz, y coincide con lo que pasaría en la realidad. También vemos como las pilastras de la fachada tienen también relieve, así como los zócalos. La superficie de las paredes reproduce exactamente una pared de ladrillo, aunque es necesaria una lupa para poder ver cada ladrillo individualmente, etc. En una palabra es un detalle mucho más real que el que puede tener un edificio de plástico, porque cada elemento está reproducido a escala totalmente exacta. En un edificio de plástico, si queremos reproducir por ejemplo ladrillos, o los hacemos exageradamente grandes y los creamos mediante una textura, o hacemos una pared lisa que al ser de plástico es de color uniforme. 

Otra cosa que me ha sorprendido es lo resistentes que quedan al final estos edificios. Al final es que las paredes son de más de una capa de cartón, la primera de un cartón fuerte y oscuro que se ensambla y se pega con las piezas contiguas haciendo una estructura firme, suelo, paredes y techos. Todo ello, además de firmeza, proporciona opacidad, evitando que la iluminación interior se transparente  por las paredes.

Sobre esta "estructura" se pegan otras capas de cartón más ligero que ya son las que reproducen la textura de la fachada o de los tejados. Y si hay detalles adicionales, como las pilastras o las cenefas de ladrillo de las fachadas, son una o más capas adicionales de cartones de los espesores adecuados.  


Respecto al montaje, como decía es delicado: bastante más que un edificio de plástico. Hay piezas inverosímilmente diminutas (alféizares de ventanas, remates de zócalo, etc) que necesitan desde luego un buen pulso y unas mejores pinzas, además de una lámpara lupa. Es importante contar además con el pegamento adecuado, que en este caso es un pegamento de tipo de "cola blanca" pero con un secado muy rápido. Yo compré en Carmina Hobbys el de la figura adjunta. 

Lleva una cánula fina y larga como una aguja hipodérmica, y permite depositar con precisión un fínísimo cordón de cola que tarda en secar el tiempo justo para permitir corregir errores y no hacerse eterno esperando a que seque. Aunque las instrucciones dicen que es para kits de madera, los de Archistories ya dicen que se use este tipo de pegamento para madera. 

Una lección que he sacado de este primer montaje, es que hay que ser cuidadosísimo con que el pegamento no manche la zona visible del cartón, porque deja unas manchas muy evidentes. Hay que tener a mano un kleenex húmedo para limpiar cualquier desparrame de la cola.

He querido poner como cabecera de este artículo, la comparación entre el taller de locomotoras que yo tenía, que era el modelo de Faller 282733 y el que acabo de montar de Archistories 113-111. para apreciar mejor las semejanzas y diferencias. 

Me apresuro a aclarar que el modelo de Faller tiene un intento de envejecimiento, hecho hace tiempo por mi, y que desde luego es algo que no domino. El de Archistories está nuevo, no solo porque lo monté ayer sino porque no lo he tratado de envejecer.

Ambos son talleres para una locomotora, pero el de Faller aparece notablemente mayor. Esto en principio no quiere decir nada, porque se puede estar reproduciendo un edificio que es efectivamente mayor, y de hecho tiene un taller anejo con una alta chimenea, cosa que el otro no tiene. Pero mirando ambos modelos juntos, tenemos la impresión de que el edificio de Faller está hecho a una escala mayor que el de Archistories. A mi al menos me da esa impresión. Quizá estoy influído por la lectura de una entrevista al creador de Archistories en la que dice que una de las cosas que le movió a fabricar modelos de edificios de escala Z, fue comprobar que prácticamente todo lo que había en el mercado estaba fuera de escala. Él, que es arquitecto, sabe muy bien de lo que habla, y si eso es tal como dice, es un punto más a su favor.

Y ya que tenemos un taller envejecido al lado de uno nuevo, voy a hacer un comentario que me parece oportuno. Cuando, como es el caso, estamos tratando de recrear una instalación de mediados del siglo veinte, con trenes de vapor y demás material de la época, los modelistas tienden a "envejecer" el material, tanto los propios trenes, como los edificios y las instalaciones, creando una "pátina" que es más bien una capa de mugre. Algo así quería yo hacer en el taller de Faller. 

Sin embargo, hay que considerar que si estamos haciendo una maqueta de esa época, deberíamos considerar el estado de envejecimiento en esa época, no como lo encontramos ahora, con más de 70 años acumulando suciedad. Por ejemplo ese taller de locomotoras, a lo mejor en la época que representa la maqueta, estaría recién hecho, y por lo tanto no tiene mucho sentido que nos dediquemos a ensuciarlo, dejando además en muy mal lugar a los ferroviarios de la época, que seguramente eran mucho más cuidadosos con el material que los actuales.

Así que voy a dejar el taller y el resto de instalaciones, como recién terminadas.


miércoles, 7 de octubre de 2020

Kittel

 


En enero de 2018, publiqué aquí, una serie de tres artículos (Motores con inducido de campana), comentando lo que entonces era un anuncio de Märklin: un nuevo tipo de motores para sus modelos de escala Z, que se anunciaban como un gran avance. Me refiero a los motores de tipo "Glockenankermotor" que viene a significar "motor con inducido de campana"

Uno de los anuncios de esa fecha era el automotor "Kittel" que se anunciaba para el segundo trimestre de 2018.  Como quedó claro en aquellos artículos el tema me interesaba mucho, porque había algunas dudas entre los aficionados, sobre si este nuevo tipo de motores podía usarse con controladores de tipo PWM. Yo sostenía que, al menos con controladores PWM de baja frecuencia, como los que yo he desarrollado, no debería haber ningún inconveniente, pero claro, una cosa es la teoría, y otra la práctica. 

Así que, con objeto de hacer una prueba en directo, hice una reserva, en una de las tiendas de Alemania, donde habitualmente pido material, y me dispuse a esperar.

No se porqué Märklin (y las demás marcas) anuncian unas fechas de entrega que luego no se cumplen ni por asomo, así que pasó el segundo trimestre de 2018,...y el de 2019, y luego vino la pandemia.... y de repente este verano me llegó un e-mail de la tienda, diciéndome que podían servir mi pedido, si seguía interesado. Contesté que si, y a los pocos días recibí el paquete con el famoso automotor. El problema es que en esas fechas, estaba fuera de mi casa habitual, y no tenía a mano los elementos para probarlo.

Por fin hace unos días, he vuelto a mis cuarteles de invierno, y lo primero que he hecho es organizar una prueba de este nuevo miembro de mi colección.

Lo primero que hay que decir es que incluso antes de ponerlo en las vías, me sorprendió gratamente: Tiene una finura de detalle, que supera cualquier producto anterior de esta escala.  Algo curioso es que en todos los catálogos, e incluso en la documentación del modelo, aparece una fotografía, que evidentemente no es la del producto final (puede verse esa fotografía en el artículo  "Motores con inducido de campana (y III)"), cuya fotografía, hecha por mí, aparece en la cabecera de este artículo. Una de las diferencias más evidentes es que la fotografía del catálogo tiene enganche delantero y trasero, mientras que la nueva versión solo trae enganche trasero. Lo cual está muy bien, porque ya sabemos que estos enganches son desproporcionadamente grandes. Lo bueno es que, además, en vez del armatoste de un enganche delantero, han puesto una reproducción de la timonería delantera que es una verdadera filigrana. No se de qué material es, porque las piezas son tan finas que parece que el plástico tradicional sería demasiado delicado, así que parece que han usado algún tipo especial de plástico u otro material. 

Otra agradable sorpresa es que junto al eje delantero se reproducen las bielas y los cilindros de vapor, y las bielas se mueven al rodar el modelo. Es algo tan pequeño que es prácticamente imposible verlo, pero es un verdadero alarde de miniaturización. Así que mi enhorabuena a Märklin.

Pero bueno, todo esto venía a cuento de ver cómo funcionaba el modelo con mis controladores PWM, así que había que probarlo



El vídeo anterior es la prueba que he realizado.  El automotor ha funcionado en mi circuito de pruebas con un controlador PWM, concretamente el modelo PWM04 que, como saben los seguidores de este blog, es un controlador sencillo, pero que dispone de simulación de inercia. El controlador estaba montado en un panel de mando junto con un velocímetro VELAN que se calibró para que mostrara la velocidad a escala del Kittel.

Algo muy importante es que el circuito está equipado con un limpiavías de Gaugemaster (aunque no se ve en el vídeo) y esto era fundamental porque cabía la posibilidad de que la alta frecuencia de la señal del Gaugemaster afectase al motor del automotor.

Bueno, pues todos esos temores se han disipado: El Kittel ha funcionado perfectamente, ha respondido a la señal del PWM, no se ha calentado ni nada parecido, y ha funcionado como un reloj, de cuco, naturalmente.

Es más yo diría que el comportamiento de este pequeño automotor ha sido brillante, porque se mueve con una enorme suavidad y casi sin ruido, y como se ve en el video, aún a velocidades muy bajas el movimiento es uniforme y mantenido. 

Algo que me ha llamado la atención es que su velocidad es más lenta que la de otras locomotoras. Tal como se ve en el video, con el controlador PWM04 alimentado a 9 Voltios, la velocidad máxima a escala ha sido casi exactamente de 100 km/hora. Esto a mi me parece muy bien, porque estoy cansado de quejarme de que las locomotoras de los trenes modelo (de todas las marcas y todas las escalas) , se mueven demasiado deprisa.  Al fin encuentro un modelo que se acerca al menos a la velocidad real de su prototipo. Seguramente este automotor a vapor no podía ir a 100 km/hora ni de lejos, pero al menos no es como la mayoría de mis otras locomotoras a vapor, que si te descuidas circulan a 200 por hora.

En resumen: Creo que es la primera vez que hago un artículo comentando un producto de Märklin sin quejarme de algo. Estamos de Enhorabuena!

Y para terminar, una pequeña anécdota: yo estaba convencido que el nombre de Kittel con que se conoce este automotor, era un apodo. Seguramente influido por el inglés, en que "kettle" es "tetera", pensé que a este pequeño vagón que se movería resoplando y soltando vapor le habrían dado ese apodo que sería algo parecido a lo que en España hacíamos cuando apodábamos "chocolateras" a las pequeñas locomotoras de vapor.  Bueno, pues no: Kittel es sencillamente el apellido del ingeniero que lo diseñó.