Es habitual que en esta época del año, me encuentre
alejado de mi maqueta y de mis experimentos de electrónica, por lo que tengo
menos temas que comentar, además de las dificultades añadidas por estar fuera
de casa y recurrir a conexiones de Internet más problemáticas. Sin embargo
procuro no perder el contacto, y una de las fuentes de inspiración para los
mismos suelen ser los comentarios en otros blogs o en foros en los que
participo y que me sugieren algún tema que me parece oportuno desarrollar aquí
de una forma más extensa que lo que es normal en un foro.
Este es el caso de este artículo que surgió de una
pregunta de un contertulio acerca de cómo podía calcular la velocidad real que
correspondería a la velocidad que alcanzan sus locomotoras en la maqueta.
La verdad es que esta pregunta tiene una respuesta
muy fácil, pero ya he visto en varios foros cómo esta pregunta se repite, y lo
peor es que a veces se dan respuestas enrevesadas que más que aclarar, lían la
cuestión.
La respuesta a esa pregunta es muy sencilla: Si una locomotora en una maqueta recorre una
determinada distancia en un tiempo determinado, su velocidad “a escala” será la
de una locomotora real que en ese mismo tiempo recorra una distancia real igual
a la que representa el tramo de vía que ha recorrido la locomotora en la
maqueta. Como la longitud de vía en la realidad y en la maqueta están en la
proporción del factor de escala, las velocidades están también en la misma
proporción.
Más detalladamente: Si una locomotora de una maqueta recorre un
determinado tramo en un tiempo dado, la velocidad de esa locomotora en la
maqueta es sencillamente el resultado de dividir la longitud por el tiempo. Así
que si medimos un tramo de maqueta en metros y cronometramos el tiempo en
segundos, al dividir ambas cifras tendremos la velocidad en metros por segundo.
Podemos hacer la medida en un tramo de cualquier longitud, pero lo habitual es
medir un circuito que el tren pueda recorrer indefinidamente dando vueltas al
mismo, y cronometrar cuánto tarda en dar una vuelta completa.
Sea como sea, si llamamos L a la longitud en metros
del tramo recorrido y T al tiempo en segundos que tarda en recorrerlo, la velocidad
se puede expresar como:
V= L / T
Por ejemplo si el tramo que medimos mide 8,4 metros y la locomotora tarda 80 segundos en recorrerlo, su velocidad
en la maqueta es:
V = 8,4 / 80
= 0,105 metros por segundo.
Ahora bien: los 8,4 metros de vía que recorre
nuestra locomotora en la maqueta corresponden a 8,4 metros multiplicados por el factor de escala en la
realidad. Por ejemplo si estamos hablando de escala N, los 8,4 metros
corresponden a 1.344 metros que es el producto de 8,4 por 166 que es el factor
de escala de la escala N.
Llamando E al factor de escala (160 para N o 220
para Z, etc) la velocidad de la locomotora real sería:
V = L x E / T
=8,4 x 160 / 80 = 1344 / 80 = 16,8 metros por segundo
Podemos por tanto decir que nuestra locomotora que
se mueve a 0,105 metros por segundo lleva una velocidad equivalente a una
locomotora real que circula a 16,8 metros por segundo ya que recorre la misma
distancia a escala que la real en el mismo tiempo.
Obsérvese que 16,8 / 0,105 = 160 así que como
decíamos inicialmente las dos velocidades están en la proporción que
corresponde al factor de escala.
Aquí surge un segundo problema, que ya no tiene que
ver con que se trate de un tren a escala, sino con una cuestión puramente de
unidades. Si decimos que una locomotora real deberá moverse a 16,8 metros por
segundo para ir a la misma velocidad que la locomotora de nuestra maqueta, en
realidad está todo dicho, pero como no estamos habituados a medir velocidades
de un tren en metros por segundo, la cifra de
16,8 no nos dice nada.
Pero se trata de un tema simplemente de cambio de
unidades. Como la hora tiene 3600 segundos y el kilómetro tiene mil metros, si
multiplicamos la cifra por 3600 y la dividimos por mil, resulta:
V = 16,8 x 3600 / 1000 = 60,48 km por hora.
Es decir si nuestra locomotora de escala N tarda 80
segundos en recorrer un tramo de 8,4 metros se está moviendo a una velocidad a
escala de 60,48 k/hora.
Podemos poner toda la fórmula de una vez así:
V= L x E / T x 3600 / 1000
Y si lo queremos más inmediato, para escala N, como
E es 160 y el producto 160 x 3600 / 1000 es 576:
V=L / T
x 576
Y para escala Z
:
V=L / T
x 792
Podemos comprobar que en nuestro caso si L=8,4 y T =
80 y la escala es N:
V= 8,4 / 80 x 576 = 60,48 km/hora
Si la escala fuese Z sería:
V=8,4 / 80 x 792 = 83,16 km/hora.
En efecto, los 8,4 metros de vía en escala N
representan 1344 metros en la realidad, mientras que para escala Z esos mismos
8,4 metros representan 1848 metros en la realidad, asi que si en ambos casos se
tarda el mismo tiempo en recorrerlos la locomotora de escala Z se mueve a una
velocidad a escala mayor.
Como se ve, es tan sencillo como dividir la longitud
del tramo en metros por el tiempo en segundos y multiplicar por 576 o por 792
según sea la escala N o Z para obtener directamente la velocidad equivalente en
kilómetros por hora.
Evidentemente, si lo que queremos es saber cuántos
segundos debe tardar una locomotora en recorrer un determinado tramo para
moverse a una determinada velocidad a escala, basta despejar T en las
expresiones anteriores.
T=L / V
x 576
Y para escala Z :
T=L / V
x 792
Por ejemplo, en escala N, una locomotora moviéndose
a una velocidad a escala de 100 km/h deberá recorrer cada metro en un tiempo
dado por:
T = 1 / 100 x 576 =
5,75 segundos.
Y lógicamente si estamos en escala Z
T = 1 / 100 x 792 = 7,92 segundos
…. ¿Casi ocho segundos para recorrer un metro de
vía?... ¿no es eso muy lento como para representar una velocidad de 100
km/hora?…
Esto nos lleva a una interesante cuestión:
La mayoría de los aficionados si hicieran estos
cálculos se sorprenderían. En general, los trenes en las maquetas circulan
demasiado deprisa. Evidentemente no todos los trenes reales circulan a la misma
velocidad, pero salvo que se trate de líneas de alta velocidad, no suelen ir
mucho más deprisa de 120 km/h así que deberíamos esforzarnos porque nuestros
trenes se pareciesen también en esto a los trenes reales. Es más si nuestra
maqueta reproduce instalaciones de épocas pasadas, habría que considerar que en
épocas no tan antiguas, 90 km/hora era ya una buena velocidad y desde luego las
locomotoras de vapor, y más si eran de mercancías, tenían velocidades máximas
de 50 o 60 km/hora.
Sin embargo, existen en la red multitud de vídeos
donde vemos los trenes circular a velocidades excesivas, y no es extraño
encontrar vídeos donde hay locomotoras de vapor que parecen un fórmula 1.
El problema es que, en muchos casos, si se les hace
a los autores una observación en este sentido, muchas veces responden que la
velocidad les parece adecuada, e incluso que “les gusta así”.
Desde luego si la respuesta es que ese es su gusto,
no hay nada que objetar, porque ya sabemos que sobre gustos no hay nada
escrito, pero a mi ese tipo de respuesta me da pena porque parece que no han
pasado de “jugar a los trenes” como lo haría un niño. (Siempre que un niño se
hace con los mandos de una maqueta su obsesión es que los trenes corran mucho).
Sin embargo, en otros casos la razón es que esa
velocidad excesiva, les parece una velocidad “natural”, y si les demuestras con
cálculos como los anteriores que están haciendo correr una locomotora de vapor
a 180 km/hora les parece que hay un error de cálculo y que su tren no corre ni
mucho menos a esa velocidad.
O sea que la conclusión es que, al menos para muchas
personas la “impresión de velocidad” que les da un tren circulando por una
maqueta es que va más lento de lo que va en realidad, de manera que si lo haces
circular a la velocidad correspondiente, les parece que va lentísimo.
Curiosamente esa impresión es más evidente si ven el
tren circulando “en vivo” en la maqueta, pero si grabamos un vídeo, parece que
la sensación de velocidad cambia y los trenes parecen circular mucho más
deprisa. Bueno más bien diríamos que en vídeo la impresión de velocidad es la
correspondiente a la que realmente llevan y en cambio cuando los vemos en vivo
parecen ir mucho más lentos. He visto algún comentario de aficionados que son
expertos grabando vídeos de maquetas y manifiestan que “si es para grabar un vídeo pongo los trenes mucho más despacio, porque
si no, en el vídeo parecen ir disparados” Evidentemente esta es razón por
la cual, en la mayoría de los vídeos de maquetas, los trenes van demasiado
rápido, ya que el autor no tomó esa precaución que toman los más expertos.
En algún caso he visto algún intento de justificar
este efecto, pero no me ha convencido ninguna de las explicaciones. Hay quien
dice que nuestro cerebro siempre actúa por comparación con algo conocido o
similar, de manera que cuando vemos un vídeo de una maqueta, lo habitual es ver
planos bastante cercanos que se parecen mucho a las tomas de trenes reales que
hacen los “cazadores” de vídeos de trenes y por lo tanto comparamos la
velocidad con esa referencia que es muy real, mientras que cuando vemos en vivo
un tren circulando en la maqueta lo vemos desde una perspectiva más lejana y
con referencias “fuera de escala” como pueden ser los muebles de la habitación,
lo que nos desconcierta para estimar el tamaño y la velocidad.
Otra explicación
dice que cuando vemos un tren en una maqueta desde cierta distancia tendemos a
pensar que el tren real que reproduce es más pequeño de lo que en realidad
sería. En un foro, un contertulio dijo que a él no le parecía que los trenes en
su maqueta iban demasiado rápido, hasta que un día, se le ocurrió pensar en uno
de los modelos de automóviles que tenía en la maqueta, y se imaginó ese coche
circulando en paralelo a la misma velocidad que el tren. Entonces se dio cuenta
de la velocidad tan alta que tendría que llevar el automóvil para ir en
paralelo con la locomotora, y concluía su razonamiento diciendo “es que un tren
es muy grande”.
Pero es que además hay otro tema: En general los
fabricantes de modelos de trenes hacen que sus locomotoras circulen mucho más
deprisa de lo que correspondería. En teoría, y según las normas NEM (NEM 661), una
locomotora debería circular a la velocidad máxima correspondiente a su
prototipo real cuando la tensión en la vía es la máxima (caso de analógico) o
el regulador está al máximo (caso digital) en una vía recta y horizontal y sin
carga de vagones.
O sea, insisto, que una locomotora por ejemplo de
vapor, de escala N, a la que colocamos en una vía con 12 V de tensión (la
nominal de la escala), debería circular con el regulador al máximo, a la
velocidad que a escala corresponde a esa locomotora, y que podría ser de 60
Km/hora.
Claramente no hay ningún fabricante que cumpla esa
norma, y no es extraño, porque si se le ocurriese hacerlo, la mayoría de los
clientes se quejarían de que esa locomotora “no tira”. Me consta que hay algún
fabricante muy especial (prácticamente artesano) que si cumple esa regla, pero
se trata de productos muy caros, dedicados a aficionados muy expertos que
conocen bien el tema.
Entonces ¿ningún fabricante cumple las normas NEM en
este aspecto? Bueno la propia norma hace una concesión y admite que la
velocidad se pueda superar, estableciendo para cada escala un porcentaje de exceso admisible y que para la escala N es del 50% y para la Z del 60% (nada menos!) Lo curioso es la
justificación que da para ello. Dice que se admite esa sobrevelocidad en las condiciones de la prueba (locomotora sola en
llano y en recto), para garantizar que aún con carga, rampa y curva se mantenga
la velocidad. Bueno es una justificación pero a mi me parece exagerado ese porcentaje, sobre todo teniendo en cuenta que una locomotora real, en
rampa, curva y con carga, tampoco alcanza su velocidad máxima.
Y curiosamente añade un confuso párrafo en el que se
refiere a la impresión subjetiva de velocidad, es decir, parece que admite el
efecto de que el tren parece ir más lento de lo que va, pero no aclara ni
justifica nada al respecto.
Yo creo que ni aún con esa propina del 50% o 60% la mayoría de los fabricantes cumplen esa norma,
sobre todo en el caso de que la velocidad máxima de la locomotora real sea
baja. La verdad es que en el tema de las velocidades de las locomotoras lo
primero que se suele observar es que las velocidades no guardan relación con
las velocidades reales y es fácil encontrar locomotoras de vapor que circulan
más rápidamente que una locomotora moderna, y desde luego salvo alguna
excepción muy particular, las velocidades son muy excesivas. Pero yo disculpo a
los fabricantes porque si alguno se atreviera a hacer este tema como debiera
hacerse (cada modelo con una velocidad máxima acorde con su prototipo)
recibirían muchas quejas por “lentitud excesiva”. Por otra parte cuando una
locomotora circula rápidamente tiende a librarse de muchos problemas derivados
de la falta de contacto con las vías, paso por desvíos etc. Así que los
fabricantes están encantados en que sus clientes “sean como niños” y les
encante ver sus trenes a toda pastilla.
De hecho otra de las cosas que hacen, es que los controladores producen una tensión
mayor de la nominal para la escala correspondiente, lo que de nuevo hace que
las locomotoras corran todavía más. Está claro que así satisfacen a los
espíritus más infantiles y además se evitan problemas de atascos y fallos de
contacto.
En fin: que una maqueta de trenes, no es un
Scalextric, aunque alguno parece que no se ha percatado de ello.
Como decía, este artículo viene inspirado por un hilo de un foro de trenes, pero la cosa no
acaba aquí, porque uno de los participantes, al ver que en realidad bastaba con
dividir por el factor de escala para pasar de la velocidad de una locomotora
real a la velocidad de un modelo de locomotora, se entusiasmó y aplicó la misma
regla al peso de la locomotora, de manera que comentó que si una locomotora
real determinada, pesaba 120 toneladas la locomotora correspondiente en escala
N debería pesar 120/160 = 0,75 toneladas, es decir 750 kilogramos, y concluía
que las locomotoras de nuestras maquetas son mucho menos pesadas de lo que
debieran.
Evidentemente algo falla aquí, porque si una
locomotora de escala N pesase 750 kilogramos no habría ningún material conocido
que pudiera dar ese peso aunque fuera maciza. (Si, si nos ponemos a hablar de
estrellas de neutrones ya es otro tema).
Pero como este tema del peso, da mucho de sí, lo
trataremos en un próximo artículo.
Hola Ignacio. Muchas gracias por tu nuevo artículo, ya los echaba en falta!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo en cuanto a que hay que intentar respetar el realismo de la maqueta e intentar que la velocidad de circulación se parezca lo más posible a la realidad, en todas las escalas y en toda clase de material rodante. He vivido también en casa, con mi padre, los mismos comentarios del estilo: "Esa locomotora no tira.", y cuando indicas que ya va a 100 km/h, se produce un extraño silencio de desconcierto.
También me parece muy interesante el tema del peso (lo llevaba meditando mientras iba leyendo, así que ha sido gratificante tu promesa final sobre un nuevo artículo), ya que en este caso (espero no anticiparme demasiado) al depender del cubo del factor de escala, suele pasar el efecto contrario al de la velocidad, resultando en pesos a escala desproporcionados por exceso respecto a los reales. Aunque luego, como bién apuntas con el tema de los contactos eléctricos, habría muchos problemas y quejas por este asunto, por no hablar de descarrilamientos. Es algo que luego también tenemos que considerar cuando hay que circular en rampa y que, en mi opinión, sin duda nos obliga a echar mano de esa "compensación" que los fabricantes cubren con la propina en la velocidad máxima de diseño.
En fin, un saludo y espero que disfrutes de unas merecidas vacaciones ferroviarias ;)
Gracias por tus palabras, y por tu confirmación del "efecto visual" que nos hace ver los trenes demasiado lentos.
ResponderEliminarEl artículo sobre los pesos, está ya subido a continuación de éste.
Tienes razón en una cosa en la que yo no había caído: En las maquetas suele haber rampas mucho más pronunciadas que en la realidad, por lo que es normal que la velocidad de una locomotora "decaiga" más de lo que debiera, y se necesite un exceso tan grande como el que indica la norma para compensarlo.
Pero, me haría una pregunta: Si es esa la causa, ¿porqué la norma propone un porcentaje de sobrevelocidad mayor para las escalas más pequeñas? ¿Es que se hacen rampas más pronunciadas en las escalas pequeñas que en las mayores? Yo diría que más bien es al contrario.
Quizá, el no haberme dado cuenta de eso es porque mi escala es la Z y precisamente en mi escala, no se hacen rampas tan pronunciadas como en las escalas mayores, por un motivo muy claro, y es que las locomotoras de escala Z no llevan aros de adherencia, asi que dificilmente pueden superar una rampa de más de 15 milesimas.
Un Saludo
Hola Ignacio.
ResponderEliminarCiertamente no tiene sentido la sobrevelocidad a escalas menores. Sólo se me ocurre una explicación, y es que se trate también de compensar en mayor grado el "efecto visual", pues al ser la escala menor, el aficionado todavía puede tener mayor impresión que las locomotoras van demasiado despacio.
Nunca he tenido el placer de poder ver una maqueta escala Z en persona, pero cuando veo las de escala N, comparadas con las H0 como la mía, da esa falsa sensación (incluso diría que la tendencia natural de los aficionados es a usar velocidades claramente mayores en los reguladores/centrales), así que me imagino que todavía será mayor el efecto en una Z.
Un saludo,
Gerard