jueves, 30 de marzo de 2023
Fotografías y videos de maquetas (y 2)
martes, 28 de marzo de 2023
Fotografías y videos de maquetas
Algo similar ocurre con los videos. que también se han visto mucho en este blog. La mayoría de esos videos están también grabados con mi cámara CANON EOS, que permite grabar videos con muy alta resolución, y luego los edito con un programa de edición de video (Vegas Movie Studio) que me permite cortar y empalmar, añadir rótulos y superponer textos, añadir voz y música, etc etc. También se han visto aquí muchos ejemplos de videos en los que se ven funcionando trenes en mi óvalo de pruebas y en mis anteriores maquetas.
Por eso, hoy traigo aquí el tema, ya que en el artículo anterior puse esta imagen tomada con mi cámara de siempre:
Cámara reflex |
Pretendía dar una imagen cercana, parecida a la que vería un maquinista que condujese un tren que fuera a entrar en la estación de mi maqueta. Sin embargo, quedé un tanto defraudado, porque al ser tomada a muy corta distancia, la profundidad de campo es muy pequeña, y aunque cerré el diafragma a tope, se ve desenfocada una gran parte de la imagen. Esto puede incluso resultar atractivo en algún caso, pero si pretendemos simular que es una fotografía de un tren real entrando en la estación, este desenfoque no tiene sentido, ya que tomando una fotografía así desde la cabina de un tren real, la cámara estaría enfocada a infinito, y por tanto todos los objetos aparecerían enfocados,
Este tema de la profundidad de campo es importantísimo en fotografía y su dominio es una de las coas que más diferencian a un fotógrafo aficionado de un experto. Si a un aficionado le preguntas si en una fotografía prefiere que todo lo que se ve, salga nítido, o que unas cosas salgan nítidas y otras borrosas, probablemente te dirá que prefiere que todo salga nítido. Pues realmente eso es error, por la razón de que si en una fotografía queremos que las cosas se vean tal como las vemos nosotros con los ojos, resulta que nuestros ojos, de una forma inconsciente acomodan su enfoque a aquello que nos interesa ver de todo lo que tenemos delante, resultando que vemos el objeto de nuestro interés nítido y el resto borroso, aunque no somos conscientes de ello. Naturalmente esto sucede cuando miramos algo que está a una distancia corta, pues a varios metros ya no se distingue el enfoque de un objeto lejano de otro que esté a una distancia media.
Un caso clarísimo es cuando hacemos un retrato de una persona haciendo que sólo la cara o poco más ocupe casi todo el cuadro de una fotografía. Si la parte que se puede ver del fondo, está desenfocada, el retrato resulta mucho mejor que si se ve nítido, porque nuestros ojos ven a esa persona con la cara enfocada y el fondo borroso. A veces incluso, en un buen retrato están enfocados exactamente los ojos y ya el resto de la cara se difumina un poco y por supuesto el fondo está totalmente desenfocado.Como ejemplo, en la imagen adjunta podemos ver este efecto del fondo absolutamente borroso, y si miramos atentamente esa fotografía vemos que ese efecto produce una ilusión de relieve, ya que da la sensación que la persona está delante del fondo a una cierta distancia, todo ello sin ser una imagen estereoscópica, sino simplemente por el hecho del desenfoque del fondo. O sea que nuestro cerebro, cuando sabe que nuestros ojos enfocan a una distancia determinada y ven cosas desenfocadas interpretan que esas cosas están detrás de lo que enfocan los ojos y por lo tanto producen un sensación de profundidad.
Hay que decir que el mayor o menor desenfoque que produce un objetivo fotográfico es una complicada relación matemática en las que se incluyen la distancia focal del objetivo, la apertura con que se toma la fotografía, el tamaño del negativo (o del sensor en cámaras digitales). Hace ya muchos años se adoptó en fotografía la película de 35 mm, que se exponía en imágenes de 24 x 36 mm porque justamente con ese tamaño se obtenía un comportamiento del desenfoque lo más parecido al del ojo humano y su ángulo de visión resultaba también similar con objetivos de 50 mm de distancia focal. Sólo se alejaban de esta norma las cámaras baratas "de foco fijo" ideales para el aficionado poco exigente que quería que saliera todo nítido en sus fotos.
Cuando apareció la fotografía digital, las primeras cámaras eran sencillas, pero pronto las grandes marcas pasaron a fabricar cámaras que permitieran mantener las características de las cámaras analógicas profesionales, de manera que se mantuvieron los parámetros que permitían el desenfoque del fondo y de hecho las mejores mantienen el tamaño del sensor idéntico a las cámaras de película y por lo tanto la distancia focal de 50 mm para el objetivo "normal" Como ya dije mi cámara es una Canon EOS 550, D que tiene un sensor algo menor, pero que se acerca mucho a esas características.
El problema aparece cuando usamos una cámara con esas características para tomar una fotografía de una maqueta de trenes (y no digamos si es de escala Z) Si queremos que los objetos más cercanos salgan nítidos hay que enfocar a una distancia muy corta, y por mucho que cerremos el diafragma, no se puede conseguir una profundidad de campo suficiente para que los objetos más alejados salgan enfocados. Eso es lo que pasa en la fotografía marcada como Cámara reflex.que vemos más arriba. Cualquiera que ve esa imagen, se da cuenta de que es una fotografía de una maqueta, no de una estación real.
Sin embargo, cuando hacemos fotografías (o videos) de maquetas, la pretensión es que la imagen que se obtiene parezca real. Como los trenes reales son muy grandes, siempre hay que fotografiarlos al menos desde varios metros, y por lo tanto con el enfoque de la cámara a infinito, y consecuentemente la nitidez de la imagen será siempre total, así que en cuanto vemos que la imagen se va haciendo borrosa en la distancia, nos damos cuenta de que se trata de una maqueta.
Y la pregunta es ¿tiene esto arreglo? La verdad es que si, y por un par de caminos totalmente distintos. El primero es lo que vemos en la imagen de cabecera de este artículo con el titulo Teléfono móvil. La cosa es que cada vez más, todo el mundo lleva ahora en el bolsillo un teléfono móvil, y prácticamente todos ellos tienen cámara, que permite realizar fotografías y vídeos y bombardear con ellos a amigos y familiares. Naturalmente las cámaras de estos teléfonos son cada vez mejores, y muchísima gente no ve la necesidad de cargar con una cámara fotográfica antigua pudiendo llevar el móvil en el bolsillo. Sin embargo no vemos nunca a un profesional, ya sea de prensa gráfica u otra actividad en que se utilice fotografia que haya abandonado su cámara reflex y y utilice un teléfono móvil para su trabajo. ¿Cuál es la razón de esto? Se podrá decir que la imagen que capta una cámara de móvil es de muy poca calidad comparada con la que capta una cámara reflex digital, y es cierto, pero cada vez menos, debido a que los móviles cada vez incorporan mejores cámaras.
Sin embargo hay una razón más importante: la cámaras de los móviles son pequeñísimas y por lo tanto, todo lo que esté más allá de unos pocos centímetros está a distancia infinita (Recordemos que en el cálculo de la profundidad de campo se incluye el tamaño del sensor). Por lo tanto no hay que mover ningún ajuste de distancia, y todo lo más hay una opción para primeros planos en close.up (flores etc) y el resto es todo infinito, es decir que todo saldrá siempre perfectamente nítido. Como antes decía a la mayoría de las personas les parece eso muy bien pero el fotógrafo experto echa de menos el manejo de profundidad de campo y no puede, por ejemplo en un retrato, obtener un fondo desenfocado. Hasta tal punto eso es así, que algunos móviles de alta gama, incorporan un software para hacer una manipulación posterior de las imágenes, y simular un fondo desenfocado. Pero en todo caso es una simulación, semejante a lo que podemos obtener también de manera artificial, con un programa de tratamiento de imágenes como Photoshop.
Por supuesto, hay más razones para cargar con una cámara reflex, sobre todo la posibilidad de cambiar objetivos, utilizando angulares, teleobjetivos y zooms, y otra serie de accesorios tales como equipos profesionales de flash filtros, y un largo etcétera.
Y, respecto a nuestro tema de la fotografía y video de maquetas, ¿tenemos alguna ventaja al utilizar un móvil? Pues si, y la verdad es que yo no había dado mucha cuenta hasta que hice con mi cámara réflex la fotografía que vemos aquí y que tomé para ilustrar el artículo anterior. La profundidad de campo estropea el efecto de imitación de la realidad, al mostrar difuminados elementos que están un poco apartados del objetivo. pero para la cámara de un móvil, prácticamente todos los objetos de una fotografía como esa están a distancia infinita, así que saldrán nítidos. El resultado es el que vemos en la cabecera de este artículo con el pié de Teléfono móvil.
Se ve que, en efecto, salvo el poste de catenaria del primer término que está a distancia de close-up, todo lo demás está enfocado, aunque los últimos términos tienen algo menos de nitidez. Ignoro porqué se da este efecto, pero sospecho que algún software incluído en el móvil identifique lo elementos más destacados, como serían las caras en una fotografía de personas, y favorezcan la nitidez en ellos.
Todo lo demás, es decir tanto el detalle como la exactitud del color etc, quedan en desventaja respecto de la fotografía tomada por la reflex que naturalmente tiene una imagen de mayor número de pixels y por lo tanto mayor nitidez. Ojo, que me refiero a las imágenes originales. La imágenes que se reproducen aquí han sido tratadas para incluirlas en el blog, lo que las lleva un tamaño de pixels standard, adecuado para su publicación aquí.
Antes dije que había dos caminos, para salvar el efecto de desenfoque por falta de profundidad de campo en las fotografías de maquetas. Hemos visto que los móviles pueden solucionar, al menos en parte ese problema, pero hay otra solución que es absolutamente perfecta para obtener una nitidez total de cualquier fotografía corrigiendo el problema de la profundidad de campo. Como todo lo bueno es claro y laborioso.
Antes de nada, veamos esta imagen:
Está obtenida en mi anterior maqueta, hace ya bastantes años (enero de 2010) Con independencia de que sea más o menos bonita, y desde luego nunca ha aparecido este blog, es un buen ejemplo de lo que hablamos. En esa foto (recuerdo que se puede ampliar haciendo click en ella) aparece con extraordinaria nitidez, toda la longitud de un tren, que tiene ocho coches. Esto deben ser seguramente unos 80cm en escala Z y desde luego la cámara está a una distancia muy corta de la locomotora.
Antes de seguir, cualquiera diría que esta es una fotografía muy normal, y no ve nada extraño en ella, lo cual es un elogio porque esta fotografía es imposible de obtener con una cámara reflex de 35 mm y un objetivo normal. Tal como hemos visto antes, ninguna cámara de esas características tiene la profundidad de campo suficiente para obtener esa imagen totalmente nítida, desde la locomotora al último vagón. Nótese que esto es lo que deseamos al fotografiar los trenes en una maqueta, porque cuando hacemos fotografías de un tren real, obtenemos fotografías así con toda facilidad con cualquier cámara.
¿Cuál es truco entonces? El truco es utilizar un software especial llamado Helicon focus que lo que hace es fusionar automáticamente en una sola imagen las partes más nítidas de una serie de imágenes obtenidas del mismo objeto pero con nitidez distinta en zonas diversas.
Me explico. Para conseguir la imagen anterior, sitúo la cámara en un trípode y enfoco la locomotora y obtengo esta imagen:
Como vemos, la locomotora queda nitida porque está perfectamente enfocada, pero según vamos recorriendo el tren hacia atrás, los vagones, y también la vía, el balasto e incluso la estructura de madera se van viendo más difuminados
Entonces cambio ligeramente el enfoque hacia atrás y obtengo una segunda imagen:
Como se ve aquí, ahora el primer vagón se ve nítido, y en cambio la locomotora ha perdido algo de nitidez.
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sábado, 11 de marzo de 2023
Ambiente ferroviario
Ya comenté anteriormente (ver Off Topic) que últimamente estoy un tanto alejado de mi maqueta, porque a través de un amigo he aceptado el encargo de realizar unas maquetas para una empresa que se dedica a instalar "huertos solares" . Como ya decía allí el encargo era en principio de una maqueta de unos 60 x 60 cm recogiendo a escala 1:10 el sistema que esta empresa ha desarrollado para hacer que las placas solares vayan siguiendo el sol e su movimiento diurno. Sin embargo parece que gustó, así que me hicieron otro encargo de otra maqueta mayor (120 x 60 cm) que recoge varios tipos de dispositivos para el soporte de placas y que trata de mostrar las posibilidades de cada sistema de manejar muchas placas y también de adaptarse a terrenos accidentados. La escala de esta segunda maqueta es 1:100, y en el tamaño indicado se reproducen casi 800 placas de varios tamaños.
Todo esto, me ha tenido ocupado durante los últimos meses, con lo cual mi querida maqueta de trenes está una vez más abandonada. entre otras cosas porque la construcción de estas maquetas ha tenido que ocupar casi todo el espacio donde tengo la maqueta de trenes
Pero afortunadamente, no del todo. He aprovechado algunos tiempos muertos para avanzar algo con mi maqueta, que como ya comenté ha llegado ya a la situación de tener toda la vía colocada. Lo que he ido haciendo, es instalar todos los complementos ferroviarios que todavía faltaban por instalar, así que he puesto todos los postes de catenaria, y todas las señales de acantonamiento, incluyendo señales avanzadas, bocas de túnel, el paso a nivel con su caseta que ya comenté aquí, etc.
Es curioso que esto, que en realidad es poco, ha supuesto un cambio importante en el aspecto de la maqueta, que empieza a verse ya como una representación de una instalación ferroviaria de la época que quiero representar, años cuarenta del siglo pasado.
Como muestra incluyo una fotografía en la cabecera de este artículo, que recoge una imagen, "a vista de maquinista" de la entrada a la estación, que yo llamo de Fussen , en la que se ven en primer plano, unos postes de catenaria y también la señal de entrada a la estación. Un poco más atrás se puede ver un pórtico de catenaria que abarca ya varias vías, y también vemos, de espaldas y ya bastante difuminadas varias señales de salida de las distintas vías. Se adivinan también el edificio principal de la estación, los tejadillos de laos andenes y algunos otros edificios, como la torre de enclavamientos y a la derecha, una esquina del taller de locomotoras.
Es una fotografía que me gusta mucho, porque ya presenta una imagen muy ferroviaria, de lo que va ser, si no surgen más distracciones, la maqueta terminada.
Siempre se ha dicho, que este tipo de accesorios, le dan mucho sabor a las maquetas ferroviarias, sobre todo, si como es el caso, se trata de reproducir instalaciones antiguas. Para abundar en esta idea, añado dos imágenes más, la primera de la zona del paso a nivel, que ya comentamos aquí lo relativo al estilo del edificio, pero que ahora vemos complementada con una señal avanzada de tipo mecánico, que de ser una gozada ver funcionando.
Un detalle que se ve muy bien en esta última fotografía, es que las columnas de soporte de la catenaria, están situadas sobre unos bloques que elevan la base dos milímetros respecto del plano de base de las traviesas y en total, cinco respecto de la pista que soporta la vía. El objeto de esto es que la columna quede un poco más alta de lo que sería su posición normal. Se trata de ganar un poco de altura, para evitar el peligro de que los pantógrafos desplegados de las locomotoras eléctricas tropiecen con el brazo que llevan las columnas para sujetar el cable de contacto. Recuerdo que mi intención es no poner esos cables, como ya comenté anteriormente (Véase Funiculi funicula). Estos bloques blancos quedarán casi enterrados por el balasto, pero tampoco importa mucho que se vean en parte, porque en la realidad estas columnas van ancladas a una zapata de hormigón, que podría asimilarse perfectamente a estos bloques.