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viernes, 31 de octubre de 2008

Los Problemas

Como ya he comentado, mi maqueta actual comenzó a construirse hace más de treinta años. Aunque ha sufrido un par de ampliaciones, la parte primitiva se ha conservado casi sin variación hasta hoy, de modo que hay vías y desvíos que se pusieron en su lugar hace treinta años y siguen en el mismo lugar. Además también he comentado que en una cierta época la maqueta estuvo abandonada durante casi diez años, expuesta a la humedad y el polvo, lo cual hace que haya sufrido un cierto deterioro.

Por otra parte, las sucesivas ampliaciones han supuesto también la necesidad de levantar vías y esto en algunos casos ha producido algunos daños.

Y sobre todo, hay que considerar que la parte antigua conserva el diseño original, que aunque es un buen diseño está hecho sobre el papel antes de tener ninguna experiencia en cómo iba a ser el funcionamiento de la maqueta. Esto implica algunos problemas importantes, como es alguna pendiente excesiva y algunas curvas demasiado cerradas.

Aunque en teoría todos los vehículos de Marklin pueden circular por cualquier curva del sistema de vías Z, incluso las de radio 145 mm, la verdad es que en algunos casos hay problemas, sobre todo si el trazado además de la curva tiene un cambio de pendiente. En concreto, las locomotoras de vapor de cuatro o cinco ejes motores (BR85 por ejemplo), descarrilan con frecuencia en estos tramos. También algunos vagones largos descarrilan con cierta frecuencia, por ejemplo los vagones del set 87105, llamados "coches con faldones" tienen el problema de que los bogies rozan precisamente contra los faldones cuando además de curva cerrada hay un cambio de rasante.

Además, estas curvas de radio 145 son muy feas, ya que como los vagones de escala Z son a escala completa, resultan muy largos para este radio y producen un efecto muy antiestético, aunque no lleguen a descarrilar. Entiendo que ese radio de vía sólo debe utilizarse en zonas industriales y de montaña con vehículos pequeños, pero eso no lo tuve en cuenta en mi primer diseño.

Las rampas también son un problema: de acuerdo con el diseño inicial, mi maqueta debería tener una rampa para pasar de un nivel cero a un nivel 3, es decir por encima de otras dos vías. Además en esa época no conocía la posibilidad de hacer espirales para ganar altura, por lo que al final tengo alguna rampa demasiado inclinada.

El problema de las rampas en Z no está en la potencia de las locomotoras, que siempre es suficiente, sino en la adherencia. Entonces lo que ocurre es que la falta de adherencia limita el número de vagones que podemos arrastrar con una locomotora determinada, y esto va en contra de una de las ventajas de la escala Z que es precisamente la posibilidad de hacer trenes largos.

Todos estos problemas hacen que la circulación de los trenes, sobre todo en ciertas zonas, no sea todo lo perfecta que debiera, y que con frecuencia se produzcan incidentes que obligan a intervenir de forma manual.

Cuando circulan uno o dos trenes, el problema no es importante, pero ya obliga a estar pendiente de que no haya ningún descarrilamiento, de que no se desenganche algún vagón... pero si pongo a circular cinco trenes (el circuito principal después de la ampliación tiene seis cantones) es imposible estar pendiente simultáneamente de todos y los problemas con cinco trenes se multiplican estadísticamente, con lo que resulta imposible mantener la circulación un tiempo suficiente. Lo que debería ser la contemplación de una circulación espectacular, se convierte en un continuo sobresalto.

Otro problema proviene del hecho de que como inicialmente la maqueta era "portátil" podía llegarse fácilmente a la parte inferior, dándole la vuelta. Sin embargo después de la ampliación resulta imposible voltearla sin antes desmontarla en las dos piezas que la componen, con lo cual todo el cableado de la parte antigua resulta normalmente inaccesible. Asimismo algunas secciones de vía sólo son accesibles desde debajo de la maqueta, lo cual resulta muy incómodo, y más cuando uno se va haciendo más mayor.

Todas estas causas me han hecho tomar la decisión de deshacer mi vieja maqueta y comenzar la construcción de una nueva, en la cual, aprovecharé la experiencia acumulada par no caer en los mismos errores.

El objetivo irrenunciable va a ser tener una circulación perfecta, desde el doble aspecto del trazado y de la precisión en la colocación de la vía.

La primera decisión al respecto de la nueva maqueta, es documentar perfectamente todos los pasos del diseño y la construcción. Este blog es justamente el instrumento escogido para llevar a cabo esta documentación. El hecho de escoger un blog es porque como se va a tratar de seguir un proceso en el tiempo, parece que el blog, que se basa en una serie de artículos ordenados de forma temporal, es lo más adecuado.


jueves, 30 de octubre de 2008

La gran ampliación


En los años 90, un nuevo cambio de domicilio, me permitió por primera vez disponer de una habitación especial para la maqueta. De hecho fué un cuarto especialmente construido aprovechando un rincón del garaje, lo que de dió una habitación de 2,20 x 2,70 m.

Decidí acometer una ampliación, dejando la parte existente como zona "de circulación" y dedicar toda la ampliación a una gran estación término. La decisión de hacer este tipo de estación como motivo principal de la nueva zona fue porque estaba bastante defraudado respecto a la zona composición de trenes de mercancías que tenía mi vieja maqueta. Para que este tipo de instalaciones de mercancías funcione bien, es imprescindible poder enganchar y desenganchar vagones y poder empujarlos sin que se cierren los enganches. Desgraciadamente, la escala Z está muy limitada en ese aspecto, ya que los desenganchadores no funcionan demasiado bién y es imposible empujar vagones desenganchados. Así que esta zona prevista para maniobras con trenes de cercanías, quedó siempre muy desaprovechada, y sólo la utilizaba para estacionamiento de composiciones.

Esto me hizo dedicarme más a trenes de pasajeros, pero éstos en general funcionan en composiciones fijas por lo que todo su aliciente está en la circulación... excepto si llegan a una estación término. En este caso, cuando han entrado con la locomotora por delante, hay que cambiar la locomotora al otro extremo y volver a situar el tren en las vías de la estación dispuesto para su salida. Además, si la locomotora es de vapor, normalmente hay que cambiarla de sentido, lo que lleva a la necesidad de un puente giratorio, y como consecuencia a una rotonda. Todo ello aporta un gran interés al funcionamiento de la maqueta, y aunque requiere tambén operaciones de enganche y desenganche, no son tan críticas.

Así que decidí diseñar una estación término con seis vías, y con su correspondiente taller de vapor, puente giratorio rotonda, etc.

Siempre me había seducido la época del vapor (de hecho mi primera maqueta en H0 era de esa época) de manera que decidí centrarme también la época del vapor en mi maqueta Z y dar sentido así a todas esas instalaciones de la estación término.

Hasta ese momento, mi maqueta no había tenido una época definida y de hecho el tren estrella era una composición de cuatro coches TEE y una locomotora BR 120 como se ve en la fotografía adjunta.
Desafortunadamente este tren quedaba fuera de época y lo lamenté bastante, ya que además el funcionamiento de esta composición siempre fué perfecto. Sin embargo, como se vé en esta misma imagen la locomotora 120 es eléctrica, por lo que exigiría una catenaria.

Nunca di el paso de instalar una catenaria en mi maqueta. En primer lugar porque la catenaria de Märklin para Z me parece muy fea, y además porque instalar una catenaria en una maqueta de Z supone un inconveniente grave para el mantenimiento y limpieza de la vía. Así que decidí pasarme a la época del vapor con todas sus consecuencias. Aunque en ese momento tenía sólo dos locomotoras de vapor, y además iguales (dos BR 74). Poco después adquirí la caja del tren Rheingold 8133 con su locomotora BR18.4 que se ve en la fotografía adjunta.


De esta manera, mi maqueta pasó a fijarse temporalmente en los años 30-50 del siglo XX, es decir lo que los modelistas denominan épocas II y III y por supuesto, en la zona geográfica de Alemania, ya que casi todo el material de Märklin corrresponde a esa zona.

Como antes decía, esta ampliación comenzó en los primeros años 90, y el circuito y la infraestructura lo completé hacia 1993. Sin embargo, en ese momento ocurrieron una serie de circunstancias que me hiciero dejar la afición por un largo periodo, en el cual la maqueta quedó abandonada.

Así que fué ya hacia el 2006 cuando decidí retomar la afición y rehabilitar la maqueta. Por supuesto hubo que limpiarla cuidadosamente y lijar toda la vía que se había oxidado durante los más de 10 años de inactividad. También hubo que desarmar todas las locomotoras, limpiarlas y engrasarlas y repasar todos los vagones. Dice mucho de la calidad de Märklin que se pudiese realizar toda esta rehabilitación con un esfuerzo no demasiado grande y que después de eso, todo volviese a funcionar bién.

En los últimos dos años he continuado trabajando en la maqueta, principalmente en la terminación de la decoración. Esto me ha dado algunos quebraderos de cabeza, ya que una estación término grande de mediados del siglo XX está situada por definición en el centro de una gran ciudad, de modo que el paisaje que la rodea debe ser de calles y edificios de ciudad. Como ya he comentado, la oferta de edificios para la escala Z de los fabricantes habituales de complementos, Faller Wollmer, Kibri, etc es muy limitada, y en el caso de edificios del tipo que yo buscaba la oferta es nula.

Afortunadamente encontré una solución bastante buena: Existen algunos fabricante de maquetas de cartón que fabrican reproducciones de edificios que pueden utilizarse para maquetas de tren. Algunos fabricantes tienen modelos especialmente creados para maquetas de trenes como Effekt-Kartonmodellbau. ¡que tiene toda una colección de edificios de ciudad en las escalas H0, N, TT y Z, justo lo que yo necesitaba!

Otros fabricantes como Schreiber-Bogen fabrican maquetas muy detalladas de edificios (castillos, iglesias, etc) que aunque no están específicamente pensadas para maquetismo ferroviario se pueden adaptar siempre que haya coincidencia (o semejanza) de escalas. Por ejemplo, yo he incorporado en mi maqueta una magnífica maqueta de cartón de la iglesia Fraukirsche de Dresde de éste último fabricante. La imagen adjunta da idea del detalle de éstos modelos.

En el momento actual dispongo de una buena cantidad de edificios de cartón y los he usado para algunas fotografías como fondo, aunque su colocación todavía no es definitiva.

Durante estos dos últimos años he adquirido bastante material rodante, todo él de la época II en Alemania (y por lo tanto de la DRG), fundamentalmente locomotoras de vapor y coches de viajeros, aunque también algunos vagones de mercancías y un también un tren automotor VT08.

Las fotografías de los siguientes reportajes pueden dar una buena imagen de la situación actual de mi maqueta.
Reportaje Noviembre 2007

Reportaje Julio 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

Mi primera maqueta en Z

Como decía en la entrada anterior, hacia 1977, diseñe y construí mi primera maqueta de escala Z. Entonces estaba recién casado y vivíamos en un apartamento de 50 m2 por lo que la cuestión de espacio era absolutamente fundamental. La única posibilidad fue construir una maqueta del tamaño de una puerta (200 x 70 cm) que se podía guardar colgada en la pared justamente detrás de una puerta. Esta forma de guardarla también implicaba limitaciones en la altura.

Dediqué bastante tiempo a hacer un diseño que me diese las máximas posibilidades con ese tamaño limitado y lo que hice fue crear un circuito del tipo "hueso de perro" es decir un tramo largo que simula ser doble vía y que en ambos extremos se cierra con un lazo. Los lazos quedan ocultos debajo del decorado por lo que aparentemente se ve un circuito de doble vía. A su vez, este circuito se dobla sobre si mismo, de modo que hay una zona del circuito por la que pasan juntas dos vueltas de doble vía, cuatro vías en total aparentemente, aunque en realidad es la misma vía enrollada que pasa cuatro veces por el mismo sitio, dos en un sentido y dos en otro.

En esta zona de cuatro vías se monta una estación añadiendo alguna vía de sobrepaso adicional y en otro lugar se monta una segunda estación.

Añadí adosada a la estación principal una zona de apartaderos con la intención de hacer maniobras de formación de trenes de mercancías.

En los años 80, me cambié de domicilio, y eso me permitió instalar la maqueta de una forma permanente, sin tener que quitar todos los trenes para colgarla cada vez. Además me permitió ampliar un poco la anchura, que pasó a ser de 90 cm. Esto me permitió añadir una via de sobrepaso más a la estación principal, y además situar el edificio de la estación por el exterior del óvalo. La figura adjunta permite ver una "vista de pájaro" de esa situación de la maqueta, en la que estuvo bastantes años.

La fotografía anterior corresponde a un reportaje realizado hacia 1994 que puede verse completo en este enlace.

El circuito, como decía, es en realidad una única vía que pasa cuatro veces por la estación principal. Situando cuatro semáforos como señales de salida de estación, tenía un circuito acantonado con cuatro cantones, lo que permitía circular automáticamente hasta tres trenes. La particularidad es que las paradas se efectuaban siempre en la estación principal.

martes, 28 de octubre de 2008

Mis primeros trenes

Siempre me han gustado los trenes. De niño tuve dos "trenes eléctricos" como se decía entonces, de los que habia que montar en suelo, y luego volver a desmontarlos para guardarlos. El más antiguo de todo fué un tren de escala "0" de la marca Payá, todo un lujo que venía en un estuche de madera. No sé que fué de aquél tren pero no hace mucho he visto uno muy parecido en una exposición del Museo de Ferrocarril de Madrid.

Luego recuerdo que tuve otro tren, también de Payá en escala H0, y que también desapareció en alguna limpieza de trastos.

Ya de adulto, construí mi primera maqueta de trenes. Un tablero abatible, adosado a una pared, de un tamaño de aproximadamente 3 x 1 metros donde cabía un circuito bastante simple en escala H0. Ya se trataba de una maqueta de trenes Märklin con vía tipo "M" y llegué a juntar bastante material rodante, sobre todo locomotoras de vapor.

La imagen siguiente muestra un detalle de esa maqueta que todavía se conserva tal cual, en una casa de veraneo.

Esta primera maqueta me convenció de algo importante: la escala H0 necesita un sitio enorme para poder realizar una instalación que se asemeje a la realidad. Cuando no se dispone de ese espacio, se empieza por sacrificar algunas cosas: Así, los trenes tienen muchos menos vagones que en la realidad (Por ejemplo sólo tres coches de viajeros). Incluso los vagones de H0 se frabrican en muchos casos más cortos de lo que correspondería a su escala.

Por otra parte, las curvas son mucho más cerradas de lo que correspondería a la realidad y los circuitos de vías son tan cortos que en muchos casos cuando la cabecera de un tren llega a una estación, la cola está todavía saliendo de la estación anterior.

Se llega así a dos estilos de maqueta completamente distintos: Por un lado, aquellas instalaciones en las que se asumen todas estas limitaciones, y se hace un circuito de vías generalmente muy abigarrado, ocupando casi todo el espacio disponible, con gran cantidad de cruces y desvíos. Lo interesante de estas maquetas es la posibilidad de realizar una gran variedad de itinerarios y maniobras, aunque su aspecto difiere mucho de lo que es una red de trenes real. En estas maquetas el "juego electrónico" prima sobre los otros aspectos del hobby y por lo tanto la escala H0 con toda su potencia digital está en su terreno. De hecho es bastante habitual que la decoración de estas maquetas sea nula o reducida a un mínimo, porque a sus propietarios no les interesa tanto la imitación de un tren real como el manejo intensivo de los trenes. Además, y debido a las limitaciones de espacio, estas maquetas suelen "crecer en altura" de manera que los trenes trepan por varios niveles de vías superpuestas a base de rampas y espirales, produciendo una imagen de varios pisos de vía que en la realidad sólo se da en lugares muy determinados.

En el extremo contrario, están las maquetas que tratan de aproximarse más a la realidad, de manera que lo que vemos son trazados relativamente largos de vía (vía única o doble) suficientemente separados de las estaciones como para que al menos se pueda ver circular un tren entre dos estaciones durante un tramo varias veces superior a la longitud del propio tren. En el argot del hobby se llama "paradestrecke" (algo así como "camino para desfilar") a este tipo de tramos.

Además en estos casos se trata de trenes más largos, por ejemplo de cinco o seis coches de viajeros, reproducidos con su longitud a escala exacta. Por supuesto esto obliga a que las vías de estacionamiento y sobrepaso en las estaciones sean suficientemente largas y por lo tanto el aspecto del trazado de las vías resulta más próxino al real. Queda así un trazado mucho menos abigarrado y por lo tanto queda mucho espacio para desarrollar una decoración realista. El resultado de esto es una imagen más proxima a la realidad, y el interés del hobby se centra entonces en acercarse tanto como sea posible a esa imagen real, tanto en cuanto al trazado de vías, como a la composición de los trenes, como a un paisaje cuidadosamente reproducido.

El problema es que hacer esto último en escala H0 requiere un espacio enorme, por lo que es inabordable en una vivienda. Sólo vemos maquetas así en escala H0 cuando se trata de maquetas consruidas para su exibición pública en grandes locales.

Aquí es donde las escalas pequeñas tienen su oportunidad. Refiriéndonos a la escala Z, es posible realizar una maqueta del estilo descrito en segundo lugar, en un espacio tan reducido que pueda "convivir con una familia" en una vivienda. De hecho los aficionados al modelismo ferroviario no se plantean en general, hacer una maqueta que ocupe más o menos espacio en función de la escala que utilizan, sino que utilizan todo el espacio del que pueden disponer, lo que dará más o menos posibilidades en función de la escala utilizada. Incluso, aunque algunos afortunados no tengan limitaciones de espacio en un momento dado, una maqueta muy grande supone un problema si las circunstancias de la vida nos imponen cambiarnos a otra casa de dimensiones más "normales"

Siendo respetables ambas posiciones, a mí me seducía mucho más la segunda opción, por lo que en fecha tan lejana como 1977, me pasé a la escala Z, y ahí sigo.

La escala Z

La escala Z fué lanzada comercialmente por Märklin en 1972, constituyéndose en la escala comercial más pequeña para modelismo ferroviario (1/220). Desde estos primeros momentos, tuvo una difusión minoritaria y no fué adoptada por otras marcas, de modo que sólo se podía adquirir material de vía y rodante de Märklin y sólo unos pocos de los fabricantes de accesorios, como modelos de edificios, puentes, etc tienen una pequeña oferta de material para esta escala.

Sin embargo, aunque en Europa se ha conservado siempre este caracter minoritario, en Estados Unidos hace ya tiempo que ha cobrado un gran impulso, y han surgido fabricantes de locomotaras y vagones de esta escala. Desde luego fabrican casi con exclusividad material rodante de tipo americano, e incluso la propia Märklin fabrica también material de este tipo para el mercado de América. En los últimos años parece que Japón también está entrando en este mercado. Ésta circunstacia ha dado una cierta solidez a esta escala y a pesar de su situación minoritaria en Europa no parece que haya peligro de que Märklin deje de fabricarla. Aún así la oferta de material tanto del propiamente ferroviario como de accesorios para decoración de maquetas sigue siendo muy limitado en comparación con otras escalas mayores.

Cuando se lanzó la escala Z en 1972, la diferencia con las escalas mayores era prácticamente sólo la relativa al tamaño. Sin embargo, en pocos años surgió una revolución en el modelismo ferroviario cuando la propia Märklin lanzó el sistema digital para su escala H0. Desde entonces los sistemas digitales para el manejo de modelos de trenes se ha extendido a todas las escalas, y se han pontenciado enormemente. Hoy no sólo se maneja el movimiento de las locomotoras por medio del mando digital, sino que se incorporan multitud de funciones, luces, sonidos movimientos...etc. La electrónica y la informática se han introducido a fondo en el modelismo y hoy en día muchas maquetas son manejadas por un ordenador.

Sin embargo, Märklin no ha introducido la electrónica en la escala Z. Aunque hubo un intento, posiblemente prematuro, en 1988 de lanzar un sistema digital para la escala Z, este plan fracasó, y desde entonces la casa no no ha hecho ningún otro intento de crear un sisterma digital para la escala Z En el momento actual, los seguidores de esta escala están divididos en dos posturas: Por un lado los que desean una escala Z digital, y que recurren a casas que fabrican decodificadores y otros accesorios para conseguirlo, y los que opinan que la escala Z es por definición analógica, y que tratar de introducir un decodificador digital en una locomotora de escala Z es falsificar su esencia. Parece que Märklin está más cercana a esta segunda postura puesto que hoy en día, la electrónica ha progresado lo suficiente como para que se pudieran realizar sin dificultad equipos digitales para esta escala.

Primera entrada

Hoy comienzo la publicación de este blog. No tengo la intención de que se convieta en un espacio de debate de manera que lo mas fácil es que todas, o la mayor parte de las entradas queden sin ninguna respuesta. Simplemente pretendo organizar de una forma ordenada toda la información concerniente al diseño y construcción de una nueva maqueta de trenes en escala Z, en primer lugar para tenerla accesible a mi mismo, y en todo caso para poder dirigir aquí a quienes me pregunten alguna cuestión relacionada con este tema.